Seas o no amante del vino, desde AOTG queremos darte una serie de tips para disfrutarlo y aprender sobre esta icónica bebida.

Lago Viedma – Santa Cruz

AUTOR

Argentina on the go

CATEGORIA

Gastronomía

PUBLICADO

Octubre 21, 2022

¡Tranquilo! No necesitas ser un experto, solo estar abierto a conocer la magia detrás del vino argentino. Para ello, invitamos a Joaquín Hidalgo, periodista y enólogo formado en el Liceo Agrícola de Mendoza para tener unos tópicos esenciales, del cuál tomamos conceptos claves a la hora de realizar este especial.

Diversidad

Una palabra que resume a la perfección la identidad del vino argentino; si bien Mendoza es un epicentro importante, hay otras regiones que cuentan con sus propias características a la hora de hablar de dicho producto. Aquí algunas generalidades de cada una:

Norte argentino

Por ejemplo, en Valles calchaquíes al estar a la altura del trópico, tienes unas horas de sol e intensidad lumínica muy diferentes. Termina siendo un vino con un doble carácter, más intenso en sabor, más oscuro. Por otro lado, el clima en la región es árido y seco, tiene temperaturas promedio muy altas, gran amplitud térmica diaria e intensa radiación solar potenciadas por veranos largos y la altitud.

Bodega Zuchino – Quebrada Uquia – Jujuy

Mendoza

Destacan vinos frutales y que tienen algún componente especiado. Con componentes frutales que carecen en el norte. Según detalla otro de los sitios especializados del país, Wines of Argentina agrega que dicha región “presenta un clima semi desértico con escasa vegetación, frío en invierno y caluroso en verano, potenciado por la influencia de los Andes (…) El agua pura de deshielo nutre los principales ríos de la región, que son aprovechados mediante un sistema de embalses y canales para el riego de los cultivos”.

Viñedo – Mendoza

Río Negro

Frutales y florales, tienen una frescura más elevada. Siempre tomando el Malbec como referencia en dicha comparación. Por otro lado, el merlot se destaca en esta zona por su sabor suave, equilibrio e intensidad aromática. El Pinot Noir integra la mezcla de los espumantes que logran cierta elegancia en la Patagonia.

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Villa La Angostura – Neuquen

¿Cómo elegir un buen vino?

Esta es una de las preguntas más usuales, dentro de los viajeros que nos visitan desde diversas partes del mundo; con ayuda de este crítico y experto, elaboramos una serie de recomendaciones.

– Partir de la comida es una buena idea, pero también pensarlo a la inversa ¿qué vino quieres probar para comer?
– Me gusta pensar que la mejor manera es “equivocarse”, no significa que sea malo, puede ser a veces que no coincide con lo que esperabas.
– En el caso de los viajeros que sumen a su recorrido una de estas regiones, es importante tener programada una o varias visitas a bodegas con propuestas diversificadas.
– Para aquellos que quieran tener una experiencia dentro de Buenos Aires, hay varios bares dedicados al vino para degustar sabores de las diferentes regiones.

Vinos – recomendados

– Clásico: Un malbec frutado como Malbec Lujan de Cuyo o Valle de Uco que tienen intensidades y paletas gustativas que no decepcionan.
– Si quieres arriesgarte un poco más: probar un Chardonnay de la costa argentina Vino Costa & Pampa.
– Al increpar a Joaquín Hidalgo sobre una descripción sencilla para identificar a cada vino argentino, catalogó los vinos rosados como EXPRESIVOS, a los tintos como INTENSOS Y ATERCIOPELADOS, finalmente a los blancos como FRESCOS.

Recomendaciones para visitar bodegas

– Hacer una reserva para visitarlas, es fundamental.
– Elegir una bodega que esté a una distancia razonable. Contemplar las situaciones relacionadas con el transporte.

Bodega Salentein

Comida y vino argentino

El vino también es el compañero ideal para disfrutar la comida. ¿Cómo elegirlo? Un principio básico es que en un buen maridaje con vino, ninguno de los elementos compite entre sí, ninguno se destaca más de la cuenta o queda “perdido” en el paladar. La armonía y el equilibrio… siempre predominan. No es un asunto sencillo, pero hay algunos tips que serán de gran ayuda.

El cuerpo / densidad del vino y de la comida. Para este ejemplo, se ven algunas generalidades que parecen ser “esenciales”: carne con vino tinto o pescados con vinos blancos. Sin embargo, más allá del color, lo importante es tener en cuenta el cuerpo o densidad del vino a la hora de realizar la comparación, no su color. Según ejemplos de Wines of Argentina, un Chardonnay con mucho cuerpo y madera combinará a la perfección con una carne y no un Pinot Noir joven que se caracteriza por ser un tinto más liviano.

Otro punto a tener en cuenta es la intensidad de aromas y el sabor; retomando el criterio de combinar ambos elementos, es fundamental que exista una armonía entre los vinos delicados o poco aromáticos con comidas muy aromáticas. La comida y preparación, así como sus ingredientes también hablan de la intensidad de la misma a la hora de realizar la elección.

Aplica lo mismo para la acidez, ya que puede perjudicar el equilibrio del maridaje. Para cuando elijan comidas con mucho vinagre, limón, tomates, etc. Pueden optar por vinos con mayor acidez. Finalmente, ¿dulce o salado? Cabe recordar, según dicho medio especializado, que los platos dulces dejan a los vinos más secos, lo que genera una sensación de acidez y desequilibrio. Con este panorama, cuanto más dulce el plato, más lo debe ser el vino. Sin embargo, en los postres que tienen base de chocolate, lo mejor es combinarlos con vinos fortificados.

Mendoza

¿Cómo guardar el vino?

Te verás tentado a llevar alguna botella de regalo o para que luego del viaje este sabor te traslade a los mejores momentos de tu travesía por Argentina. Cualquiera que sea el caso, hay dos panoramas para guardar el vino. En el primer caso, al abrir una botella y no terminarla en su totalidad; tapa la botella con su corcho y guárdala en la nevera (heladera). No importa si es tinto o blanco, el frío conservará cualquier vino para que dure más tiempo -no muchos días-.

En el caso de que quieras guardar la botella por más tiempo, la sugerencia es que la botella esté acostada para que el corcho permanezca húmedo por el contacto con el líquido. De esta manera, no se secará y evitará que haya pérdidas del vino o que entre aire. Otra clave fundamental, es guardar la botella en lugares frescos y oscuros.