En el noreste de la Argentina, más precisamente en la provincia de Corrientes, se encuentra el segundo humedal más grande de Sudamérica y una de las principales reservas de agua dulce del planeta. En este artículo, las claves para aprovechar al máximo la visita por este rincón mesopotámico de naturaleza desbordante en estado puro.

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Argentina on the go

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Destinos

PUBLICADO

Nov 11, 2019

M ucho antes de la colonización española, los Esteros del Iberá estaban habitados por los guaraníes. Ellos mismos apodaron a este humedal de 13.000 hectáreas con este nombre, que en su lengua puede traducirse como “aguas brillantes”. Hoy en día este paraíso de vida salvaje, distinguido en 2001 como Humedal de Importancia Internacional por la convención RAMSAR y declarado en 2018 como Parque Nacional, se ha convertido en el hábitat de especies de lo más variopintas y, muchas de las veces, también en peligro de extinción.

No por nada, se calcula que un 30% de la biodiversidad de toda la Argentina está concentrada en este territorio: yacarés, carpinchos, ciervos de los pantanos, monos carayá y cientos de aves son tan solo algunos de los ejemplares que se pueden contemplar de paso por este oasis natural. A continuación, un pantallazo para empezar a planificar este circuito diferente entre lagunas, baños y arroyos.

Actividades recomendadas

Desde que se pone un pie en los Esteros del Iberá, el paisaje que ofrecen los canales y ciénagas con la tupida flora de fondo fascinará a los visitantes que ya podrán sentir la desconexión que se logra en estas tierras pasadas por agua. Los paseos en lancha, que puede realizarse tanto de día como de noche, y las excursiones en kayak son dos de las alternativas para lograr un primer acercamiento con la fascinante fauna y flora autóctona.

Hay que decir que en en los Esteros los animales están acostumbrados a la presencia humana y, por lo tanto, fotografiarlos mientras se desplazan entre islotes y embalsados no costará demasiado trabajo. El yacaré negro o de hocico ancho -dos de los ejemplares más habituales del lugar tomando sus siestas al sol sobre los islotes, así como las flores de irupé rodeadas de aves son tan solo algunas de las postales que los visitantes podrán llevarse grabadas en la retina.

La inmensidad de estos humedales también puede recorrerse al galope o a pie. Son diferentes las propuestas de cabalgatas y trekkings -siempre con la compañía de guías especializados- para penetrar en los rincones más vírgenes y de difícil acceso que tienen las costas y los palmares.

Los amantes de las plantas encontrarán en estos recorridos diseñados a medida una oportunidad única para admirar la belleza de los principales exponentes de la vegetación local -jacarandás, lapachos, ceibos, sauces, espinillos y curupíes- y los fanáticos de la observación de aves, por su parte, un verdadero paraíso de ejemplares de lo más variados volando en total libertad. Cuando cae el sol, y antes de volver al punto de partida de esta travesía emocionante,  los Esteros del Iberá se transforman y ofrecen a los visitantes un espectáculo natural sublime difícil de olvidar. 

Cómo llegar y dónde dormir

Existen diferentes puertas de entrada para iniciar el recorrido por los Esteros del Iberá, un destino que debe parte de su popularidad a su difícil acceso.

Por vía terrestre. Una opción es ir en autobús hasta la ciudad de Mercedes -a 800 kilómetros de Buenos Aires- y desde allí hasta la Colonia Carlos Pellegrini. Hay que tener en cuenta que el camino hasta este pintoresco pueblo rural es de ripio, por lo que en caso de lluvias abundantes el traslado puede tener que postergarse. Allí, será posible encontrar un amplio abanico de establecimientos de alta gama en donde hacer base. Por ejemplo, Irupe Lodge y Hostería Rincón del Socorro -parte del proyecto de conservación del filántropo norteamericano Douglas Tompkins-, son dos propuestas todo incluido que contemplan también el servicio de transfer hasta el humedal.

En avión. Otra posibilidad es volar hasta Posadas, capital de la provincia de Misiones, y alojarse en Puerto Valle Lodge, un sofisticado hotel boutique con una ubicación privilegiada para salir a explorar el extremo noroeste de los Esteros.

Consejos para preparar el viaje

– Aunque los Esteros pueden visitarse durante todo el año, conviene hacerlo fuera de los meses de verano para evitar la temporada de lluvias y altas temperatura.

– Se aconseja una estadía de al menos dos o tres noches para tener tiempo de realizar las principales excursiones.

– Llevar efectivo porque en la reserva no hay cajeros.

– No olvidar repelente, protector solar y un botiquín de primeros auxilios básico. -Llevar prismáticos y la cámaras de fotos.